Te sé químicamente pura
en todos tus estados,
la energía de tu voz
los enlaces de tus brazos
el alcance de las reacciones de tus manos
la cantidad del oxígeno en tus suspiros
la cinética de tu cuerpo al amar
el equilibrio de tu andar
la acidez de tus corajes
la basicidad de tu sencillez
la periodicidad de tus delirios
tus soluciones, tus desilusiones,
y lo precipitado de tus decisiones,
la densidad de tus labios
el peso de tus caprichos
el núcleo de tus temores
las orbitas más lejanas de tus sueños
la simbología legendaria de tus gestos
la concentración de tu mirada
la estructura y propiedades de tu piel
tu historia por épocas de logros,
descubrimientos y fracasos,
la nomenclatura de tu cariño,
lo orgánico de tu cabello
lo inorgánico de tus guisos
la alquimia de tus senos
lo heterogéneo de nuestro carácter
lo homogéneo de nuestras almas
y por supuesto
lo elemental en que te me has convertido.