Si pudieras escuchar lo que pienso
cuando pienso en ti,
cuando te miro y te digo tantas cosas
y ninguna tiene que ver con la principal
que me gustaría decir.
Que nombre tan bello tienes…
si descubriera algo lo llamaría así…
Tu nombre responde
a todas mis causas, efectos y viceversas.
Eres la excepción a todas las reglas.
Desde cuándo tanta felicidad
ha cabido en tan pocas letras.
Si tuvieras una idea
de cómo explotan mis pulmones
y echo fuego si suspiro.
Cómo me da tu imagen vueltas
y yo me pierdo en ese remolino.
No existe oscuridad
que nuble la visión de tu imagen,
estas en todas partes,
el mundo entero se parece a ti
y no dice otra cosa que tu nombre.
Sólo escuchar tu nombre
revela en mí tantas cosas,
cosas más grandes que Dios,
que ya ni entiendo,
que se me salen de control.
Cosas sobrenaturales,
dignas de alabanza, lealtad,
misticismo y superstición.
Pero estas tan fuera de mi liga
y tan dentro de mi corazón
que me gustaría ignorar
que de hecho sabes que me gustas,
pero que esperas por alguien mejor.
Y sé también que algún día
puede que no muy lejano
un tipo más afortunado
te encantará a la primera
sin lógica, sentido común, ni intención.
Será hasta entonces que comprendas
que el verdadero amor se pone a prueba
cuando uno ama
aunque no lo quieran.