Hoy por la mañana
mi día pintaba
como cualquier otro.
No es que acostumbre a pintar
grises y tenebrosos;
pero sí cotidianos y austeros.
¡Pero te conocí!
Y de una pincelada
dejaste mordiendo polvo
a Picasso, Monet y a Dalí.
Y tú pintabas con tus palabras
obras maestras en el aire.
Y yo saboreaba a cucharadas
el olor a lluvia de tu piel.
Y en el horizonte se ocultaba el sol
y en tu mirada ardía el amanecer.
Y si te abrace fue porque la gravedad
dejó de afectarme por primera vez.
Y si te besé fue solo
para escuchar una canción
que nadie había interpretado antes.
Esa noche me dejaste el tono,
el estilo y el sentimiento
que había estado buscando.
Espero te interese
seguir llenando mi vida
con tus colores.